Succión del dedo
¿Qué es y sus principales consecuencias?
¿En qué consiste?
Dentro de los malos hábitos orales, el más frecuente es la succión digital, que consiste en introducir un dedo en la cavidad bucal, generalmente el dedo pulgar, y realizar movimientos de succión de forma repetitiva. Este mal hábito de succión no nutritiva, pueden tener un impacto negativo significativo en la salud oral a largo plazo dependiendo de la frecuencia con que se realiza, el tiempo e intensidad . Los hábitos de succión no nutritiva, como la succión digital o de chupete, aunque proporcionan consuelo y alivio para los niños pequeños, también pueden causar problemas severos en el desarrollo muscular, esquelético y dentario si persisten más allá de los 2 años de edad. Es importante comprender los efectos de estos hábitos y cómo abordarlos de manera adecuada para prevenir alteraciones futuras.
¿Qué alteraciones genera la succión digital?
Cuando un niño, frecuentemente realiza succión digital, la presión que ejerce el dedo al interior de la cavidad oral produce deformación en el paladar haciendo que sea más estrecho y profundo, además genera cambios en la correcta posición de los dientes, provocando que los dientes de arriba y abajo se inclinen hacia adelantes y tengan una separación entre si al momento de morder, esto es conocido como mordida abierta.
Estas alteraciones en el desarrollo dental, muscular y esquelético causadas por el mal hábito de succión digital, afectan la estética de la sonrisa y la función de masticación, por esta razón es fundamental prevenir y diagnosticar de forma temprana la presencia de un mal hábito oral.
Principales Consecuencias
Mordida abierta
Alteraciones Esqueletales
Crecimiento dental
Alteración de la Lengua
Alteraciones Musculares
Deformación en el paladar
¿Cómo identificarlos?
Los signos de succión digital pueden incluir marcas en los dedos, uña más corta en el dedo que habitualmente es succionado, cambios en la forma de la boca o los dientes, y dificultades para hablar correctamente. Los padres también pueden notar que el niño busca constantemente su dedo en momentos de estrés o aburrimiento.
Es importante:
Establecer límites y realizar elogios cuando el niño evita chuparse el dedo. En casos más persistentes o problemáticos, puede ser necesario buscar la ayuda de un odontólogo u otro profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
Tratamiento
Para tratar la succión digital, es importante abordar el mal hábito de manera gradual y con empatía. Es una tarea que implica mucha paciencia y esfuerzo por parte de los padres, sin embargo se puede lograr la eliminación del hábito mediante un refuerzo conductual positivo.
Acudir de forma temprana con el odontólogo, permitirá realizar el tratamiento oportuno y corrección del mal hábito. En general, está indicado realizar un tratamiento de ortodoncia interceptiva con aparatos fijos o removibles. Es común utilizar para estos casos la placa de Hawley, este aparato ortodóntico impide el contacto del dedo con el paladar, de manera que el niño elimina su hábito de forma gradual al no obtener el placer de succión. Siempre se intenta explicar al niño el aparato que lleva y la función que tiene para que él también tome consciencia de su problema y colabore con poner fin a este hábito.
También es importante el enfoque interdisciplinario con fonoaudiológo para reeducar y fortalecer la musculatura facial, como también corregir posibles alteraciones en la pronunciación de ciertos fonemas.
Consejos para reducir la succión digital
Es importante entender que los niños se chupan el dedo en busca de consuelo, pero este hábito puede tener consecuencias en el desarrollo esquelético además de tener repercusiones en la función masticatoria y en la erupción dental.
Consejo 1
Identificar y abordar las situaciones que desencadenan la necesidad de chupar el dedo, ofreciendo alternativas de consuelo como un juguete o un abrazo.
Consejo 2
Realizar una evaluación dental preventiva, este mal hábito oral no debe pasar desapercibido, y debe ser tratado a partir de los 4 años de edad para evitar alteraciones músculo esqueléticas severas.